Puerto Escondido: ¿el nuevo Tulum?
En los últimos años, la ciudad costera del Estado de Oaxaca, Puerto Escondido, ha dado qué hablar en el mundo del turismo. Poco a poco, este paraíso de extensas playas, olas perfectas y su estilo good vibes playero, han ido ganando lugar en la boca de los turistas que lo visitan, así como también en los oídos de grandes empresarios que empiezan a mirar a Puerto Escondido con mayor entusiasmo.
En el pasado, Puerto Escondido permaneció (como bien indica su nombre) escondido del turismo millonario y de las grandes cadenas de hoteles y restaurantes turísticos. Era conocido, principal y únicamente, por su temporada de olas que sucede en el verano y que alberga olas que pueden llegar hasta 15 metros de altura. Este fenómeno se denominó el pipeline mexicano y se convirtió popular entre los profesionales y aficionados a este deporte acuático. Puerto Escondido era solamente un destino surfero.
Sin embargo, debido a distintas causas y seguramente relacionado con la llegada del COVID-19 y la abierta política turística del país y del Estado oaxaqueño, Puerto Escondido comenzó a construir su propia personalidad, más allá del surf. Viajeros de distintas partes del mundo, corridos de sus propios países por la situación durante la pandemia, descubrieron este paraíso mexicano y decidieron comenzar a invertir en él. Así, poco a poco, la ciudad fue creciendo y cada vez más emprendedores hicieron su apuesta por esta joya del pacífico. Más hoteles, más restaurantes y más ofertas turísticas fueron apareciendo. Hay quienes critican este costado más turístico del lugar. Y otros, piensan que es una gran oportunidad para el crecimiento y desarrollo de la zona.
Es interesante explorar las distintas opiniones al respecto del crecimiento de Puerto Escondido y las implicancias que una y otra postura puede tener en el futuro de este maravilloso destino turístico.
Las personas que abogan por un crecimiento y despliegue turístico, buscan construir grandes cadenas hoteleras, al estilo Tulum, y lugares a los que acuden en su mayoría gente de mucho dinero. Ese es el principal argumento por el que defienden la construcción de grandes edificios y cadenas turísticas, para atraer gente con dinero y que ese dinero quede para el desarrollo de la ciudad y así mejorar los servicios turísticos que se ofrecen.
Este fenómeno de crecimiento desmedido y exponencial, ha sido nombrado como el fenómeno de “cancunización”: “adjetivo que califica un modelo ahora estancado, poco competitivo con evidentes problemas ecológicos y ambientales en un paisaje urbano de gran marginación social, insalubridad e inseguridad, con elevada vulnerabilidad y fragilidad a riesgos naturales, económicos y sociales.”*
Por este motivo, han surgido varias personas y movimientos que se oponen a que Puerto Escondido se convierta en el nuevo Tulum, de la mano del fenómeno de cancunización. Por ejemplo, la ONG S.O.S. Puerto ha detenido la construcción de un hotel de 18 pisos en la playa de Bacocho, con la ayuda de la comunidad. Según estudios realizados por esta organización, el desarrollo inmobiliario no cumplía con las reglas mínimas de impacto ambiental necesario para las construcciones.
El abordaje de estos temas no es sencillo ya que Puerto Escondido cuenta con la particularidad de estar dividido en dos municipios y eso complica el cumplimiento de las normas. El municipio de Santa María de Colotepec se rige por usos y costumbres, mientras que el municipio de San Pedro Mixtepec se rige por partidos políticos. Ambos municipios tienen historias distintas acerca de las construcciones.
Hace varios años se pactó un acuerdo entre ambos municipios en el cual se establecía una altura máxima de construcción contemplando dos niveles más uno con palapa. Este acuerdo fue respetado durante varios años. Sin embargo, en el último tiempo han aparecido personas que desconocen este acuerdo e intentan construir más de lo pactado.
Gracias a estudios de oceanografía, se sabe que la forma de la ola es totalmente susceptible a cambios. Construcciones elevadas, muelles y casas cercanas al mar, afectan su calidad. La economía de Puerto depende en gran medida de la perfección de sus olas. Las construcciones elevadas modifican de manera permanente la tipología.*
Si bien Puerto Escondido es mucho más que sus olas de surf, es cierto que gran parte de su riqueza y atractivo, reside en la tranquilidad y la abundancia de su naturaleza, aspectos que se podrían verse afectados con un desarrollo turístico que no tenga en cuenta estos aspectos y los impactos socioambientales.
Es importante involucrarse en las conversaciones que se generan a partir de estas posturas para comprender con mayor conocimiento e información lo que está sucediendo en Puerto Escondido y de qué manera, siendo turista, puedes colaborar a su conservación y velar por un crecimiento y desarrollo sostenible de esta joya de pacífico mexicano.
*Universidad Autónoma del Estado de México
*SOS Puerto